miércoles, 25 de agosto de 2021

MAJADAHONDA 13 ENERO 1937



Insignia metálica, con fondo rafagado en dorado y el borde de la misma laureado. En el centro una cruz en verde con la leyenda " M MAJADAHONDA M". Abajo, cartela con la leyenda " 1937 13 ENERO 1962". Enganche trasero por botón para enganchar en ojal de la solapa de una americana. Tamaño 18x18 mm. Peso 3,9 g.

HISTORIA

Durante la Guerra Civil a España llegaron los consabidos voluntarios alemanes e italianos, pero también llegaron de otras nacionalidades y países en menor número como franceses (que los traté en otra entrada), aunque los rumanos se llevan la palma en cuanto a ser menos.
La Guardia de Hierro rumana, un partido fascista y católico, y sus miembros "Legión de San Miguel Arcángel", tenían un ideario más propio de una orden religiosa: "ayuno, pobreza, oración y obediencia". Su líder Codreanu escribió: “El individuo, encuadrado y al servicio de su nación. La nación, encuadrada y al servicio de Dios y de las leyes de la divinidad".
En diciembre de 1936 la Guardia de Hierro rumana dada su proximidad ideológica al bando sublevado envía una delegación a España con el objeto de mostrar su apoyo.
La escasa delegación formada por unos 8 miembros tras unos actos simbólicos, se dispuso a abandonar España. Ion Mota era abogado y uno de los fundadores del movimiento fascista en Rumania y cuñado del propio Codrenau, Vasile Marin, también abogado y dirigente de la Guardia de Hierro en la región de Bucarest. Ambos decidieron quedarse en España junto a otros voluntarios rumanos y combatir junto a las tropas franquistas.
Fueron alistados en la Legión e integrados en la 21 Compañía de la VI Bandera, con la que llegaron al frente madrileño en las navidades de 1936.
Uno de estos voluntarios, Neculai Totu, escribiría el libro Notas del frente español. 1936-1937:  “La Bandera a la que pertenecíamos, la VI, era la más famosa... y de la VI Bandera la Compañía 21 era insuperable (…) Hay unas reglas muy extrañas en el Tercio, que nos han sorprendido mucho. Unas son excelentes, pero otras no tienen mucha justificación. Por ejemplo, cuando estamos en marcha nadie se agacha, sino que seguimos adelante cuando llega el obús. Era considerado miedoso aquel que se agachaba o se doblaba. Tenemos que quedarnos firmes para no disminuir nuestro prestigio. Luego no hay que evitar, ni huir de las balas.”
En enero de 1937 la mayoría de los pueblos al oeste y noroeste de Madrid habían sido ocupados por las tropas franquistas.
El 11 de enero comienza la contraofensiva republicana sobre Las Rozas y Majadahonda, los voluntarios rumanos ocupan las cercanías de la carretera de Majadahonda a Boadilla y cavan trincheras para repeler el ataque republicano.
La posición es atacada con carros e infantería y caen muertos Ion Mota y Vasile Marine.
Pero los republicanos no consiguen que se retiren las unidades franquistas y acaba la batalla de la carretera de La Coruña.
Ion Mota y Vasile Marine son embalsamados en Toledo, celebrándose un gran funeral.
Pasan a ser mártires para la causa rumana. El general rumano Georgios Cantacuceno, figura destacada de la Legión de Hierro, viaja a España para recoger los cuerpos y la licencia para que el resto de voluntarios rumanos acabando así la participación rumana en la Guerra Civil Española.
Empieza el trasladado de los restos a Rumanía, haciendo escalas en París y en Berlín, el régimen nazi les rindió honores a su paso.
Una vez en Rumanía el movimiento fascista lo convirtió en un acto propagandístico y en una exhibición de fuerza.
Y se llegó a acuñar una medalla conmemorativa del suceso en la que se basa la de la entrada que nos ocupa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Rumanía quedó bajo el comunismo soviético.
Hubo cientos de miles de represaliados, por ejemplo el sacerdote Dumitrescu y todos los miembros de la delegación rumana que acudió a España en 1936 fueron fusilados por los comunistas.
Algunos militantes fascistas encontraron asilo en la España de Franco como refugiados. Con su iniciativa se construyó el monumento en Majadahonda y desde entonces todos los años, el 13 de enero día de la muerte de Ion Mota y Vasile Marine, se concentran en este monumento a rendirles homenaje, hasta la actualidad.
El monumento, una gran cruz de granito sobre un pedestal se levantó en plena guerra, y  marca el sitio exacto en donde cayeron ambos legionarios y más tarde en posguerra se levantó una gran arcada de granito con una cruz metálica arriba. Es un monolito con la Reja de Hierro, símbolo de la Guardia de Hierro, dedicado a "todos los caídos por Dios, España y Rumanía", con una leyenda: "He amado a Cristo y he marchado feliz a la muerte por Él", de Ion Mota; y, "lo he hecho con el mismo amor que lo hubiera hecho por mi patria", de Vasile Marin.




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